lunes, marzo 29, 2010

Cómo lavarse la cara con unas manos sucias

Durante décadas hemos sido entrenados en aceptar la realidad que se nos presenta en los medios como verdadera realidad. Se nos ha suprimido con el tiempo la capacidad de leer entre líneas, criticar y tener una opinión propia de lo que pasa, pues siempre hemos formado esta opinión sobre las de los llamados líderes de opinión, aceptados a su vez por los medios para opinar en sus pantallas o páginas.



Por eso nos pareció imposible de aceptar que el Lusitania fuera enviado a propósito a un mar en guerra para generar un pretexto que empuje a Estados Unidos a participar en la Primera Guerra Mundial. Por eso nos pareció increíble que el ataque a Pearl Harbor no haya sido ningún "ataque sorpresa"; ahí, la vida de miles de americanos sirvió de excusa para que "el sueño americano" de libertad y democracia se expanda durante la Segunda Guerra Mundial.

Lo mismo pasó con el incidente de la lancha que inició el holocausto de millones de vietnamitas, y más recientemente el de las Torres Gemelas de Nueva York. La falta de sensibilidad humana, depravación, maquiavelismo y aberración que todo esto supondría si fuera cierto nos hace cerrar los ojos y aferrarnos a su negación. No es posible que haya sido así. No es posible que hayamos sido engañados de esa manera tan abominable.

Pero estos son sólo algunos ejemplos. Todos ellos fueron el pretexto ideal, en el momento justo, para que los Perros de Guerra, verdaderos emperadores del mundo, continuaran aumentando su influencia, su poder y su dominación. Son unos cuántos, pero sus grupos de poder económico mueven cañones, bolsillos y conciencias en todo el orbe.

El terremoto de Haití desató, no sólo una ola de solidaridad humana, donaciones y concientización sobre la fragilidad humana, sino también una corriente de protesta contra una nueva estrategia del Poder Oculto para fortalecerse a nivel global.

De la información aparecida durante los días posteriores al terremoto, podemos resumir algunos hechos:
  • Haití no sufría un terremoto importante desde hacía 250 años aproximadamente.
  • El epicentro del sismo fue casi superficial y muy cerca de la capital Port au Prince.
  • Republica Dominicana, que comparte la isla con Haití, no sufrió mayores daños.
  • Se develó la precariedad del sistema político y de la infraestructura, así como la profunda pobreza de la población.
  • El primer país en solidarizarse con Haití fueron los Estados Unidos, a través de su presidente Obama, quien indicó en su discurso una ayuda de 100 millones de dólares.
  • Estados Unidos envió más de 10,000 tropas para colaborar en "misiones de rescate" y "repartición de víveres". No fueron como parte de los cascos azules, ni buscaron aprobación de la ONU. Tampoco tienen fecha de retirada.
  • Se presenta un sistema de apoyo humanitario al mando de Bill Clinton, quien es el primero en visitar Haití.
  • Hugo Chávez denuncia a los Estados Unidos de haber provocado el desastre. (no me defiendas, compadre?).
  • El suelo marino de Haití es muy rico en petróleo.
Estos hechos se unen a la difusión por internet de un proyecto denominado HAARP, que los Estados Unidos venían desarrollando por décadas. Consiste en una red de antenas ubicadas en Alaska y otros puntos del ártico capaces de emitir impulsos electromagnéticos de hasta un billón de watts de potencia. Los científicos a cargo de él indican que su fin es solamente de investigación, pero según algunas demostraciones científicas, estos impulsos serían perfectamente capaces de generar distorsiones climáticas y sismos en cualquier región del planeta.
Si se recuerda, en las dos invasiones a Iraq, pero especialmente en la segunda, mientras se iniciaban los bombardeos en vivo y en directo de la ciudad de Bagdad, presentadores de CNN deslizaban los rumores de un arma secreta americana que habría inutilizado la red eléctrica de la capital iraquí antes del bombardeo, neutralizando las defensas y sumiendo en pánico al enemigo.
Acostumbrados como estamos a relacionar estas posibilidades con lo imposible, lo esotérico y el oportunismo charlatán, es de suponer que esta vez pase lo mismo.
Pero vale la pena añadir que Estados Unidos tiene ya muy debilitada, externa e -increíble- internamente su posición frente a la ocupación de Iraq y Afganistán. Mientras tanto, la CIA sigue haciendo su trabajo fabricando atentados terroristas, tal como hizo con Romero en Centroamérica, un par de presidentes ecuatorianos, etc.
Estados Unidos necesita refrescar frente al mundo su imagen de salvador global, de superman histórico y único, para lo cual no ha escatimado imaginación ni recursos resultando en operaciones que son imposibles de asimilar por nuestras mentes y conciencias.
Para refrescar esta imagen, sería un desperdicio que no haya usado el HAARP, su nueva arma de destrucción masiva, para provocar una catástrofe, presentarse al instante como el salvador planetario, enviar "ayuda" y ocupar así, sin que nadie se oponga, un país desprotegido, rico en petróleo y estratégicamente ubicado como base militar para apoyar operaciones futuras de derrocamiento de Chavez en Venezuela y de dominio de la región, lo cual revitalizaría una vez más el mercado de armas.

El cinismo de esta "ayuda humanitaria" ha sido retratado espléndidamente en el torpe gesto de Bush, al darle la mano a un haitiano y luego limpiarse la manos en la camisa de Clinton. Con esto le dijo al mundo "no estamos aquí por humanidad; quisimos estar aquí como quisimos estar el todos los lugares a los que fuimos para quedarnos. Este es nuestro mundo. Ustedes no son nada más que herramientas mediáticas".

Los Perros de Guerra solidificarán así su hegemonía política, militar y económica en la región, pues al derrocar a Chávez (hay locos en ambos bandos) el resto de integrantes de su círculo latinoamericano se darán la media vuelta y volverán a meterse en su capullo, sometiéndose en la práctica al Ogro Romano.

Los medios probablemente transmitirán el derrocamiento de Chávez con la misma pasión que difundieron el de Panamá, o los bombardeos de Afganistán(aunque el rating ya estaba bajo entonces). Sin ninguna crítica importante ni cuestionamiento remotamente agudo sobre eso.

Discutir acerca de que si HAARP (ese nuevo invento de los apocalípticos faranduleros) es o no un arma y si fue utilizada, ya es irrelevante. Lo que importa es ayudar a que la comunidad internacional (la población, no los gobiernos) abra los ojos, lea entre líneas, saque sus propias conclusiones y se despereze de su letargo global de pizzas, play station, mp3 y portátiles, para hacerse preguntas y buscar por sí mismos respuestas y explicaciones.