martes, septiembre 05, 2006

SEAMOS LA VIEJA BRUJA DE LA TELENOVELA

Hace unos dias fui a mi cita semanal con las compras para la casa. Como buen padre de familia, responsable y desprendido lo hago siempre con gusto. Pero también es el momento en el que todos mis dispositivos anti-manipulación son sobrecargados. Es como tener cien trampas para ratas metidas en los bolsillos.

Esta vez se activaron en la sección de tocador. Siempre compro para mi hija Natalia un (1) jabón glicerinado, pues su piel es bastante sensible. Grande fue mi sorpresa cuando, en la sección respectiva los encontre a todos los jabones emparejaditos en un sólo empaque transparente y con un código encima. "Qué románticos los de Metro" me dije. Pero luego reparé en que no había ningún jabón suelto, libre, solana.

Entonces me rebelé. Yo no iba a pagar el doble de lo que pagaba siempre sòlo por respetar el idilio resbaloso de estos. Rompí la envoltura con código y me llevé un sólo jabón a pagar (entre otras cosas claro!). En camino a la caja y mientras avanzaba la banda, me entraron temores. "Que me dirán, que no procede la compra por no estar registrados códigos por unidad?", etc.. "Pues que no me vengan con vainas"- me alentè. Finalmente todo pasó, incluído el jabón prófugo.

Moraleja: Si ven una pareja indeseable, hagan como la mala de la telenovela. Sepárenla. No importa si son verduras o frutas en mallas, o pastas dentales unidas por adhesivos de "oferta", y menos jabones. El final, al final será feiz...para nosotros. es nuestro derecho!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Rodrigo, de casualidad me topé con tu blog y de un tirón leí varios post...Interesante volver a respirar aires peruanos y darse cuenta que estamos en lo mismo. Hace poco retorne al pais y acabo de abrir un blog. Volvere por aqui.