El reciente apagón en Barcelona aún no tiene causa confirmada. Lo más probable es que haya resultado de alguna falla en el sistema eléctrico, o la caída de un cable de alta tensión, por ejemplo.
Pero es muy probable que lo primero que se haya pensado haya sido sabotaje terrorista.
Y es que desde hace años, todo Europa vive en constante alerta. Su ritmo de vida, sus prioridades y su cotidianeidad han cambiado totalmente. Ya no ven el terrorismo de Al Qaeda como un asunto tratado a miles de kilómetros, sino como uno que puede estallar en su propio jardín.
Aun peor, si se avisara oficialmente que fue un sabotaje, se confirmaría que las redes terroristas tienen una infinita lista de estrategias para atacar. Nunca atacarán igual dos veces. De ahí su particular peligrosidad.
Mal haría el gobierno español en ocultar información sobre el tema. Lo mismo que si ninguneara a los atacantes, resaltando que "todo, como siempre, esta bajo control" porque sencillamente no lo está.
Así como una superpotencia, con toda la tecnología a su favor, nunca a podido vencer guerrillas, así tampoco será inmediatista una solución a un problema que ya está desperdigado, como bombas de racimo, a nivel mundial. Donde haya representación imperialista, habrá peligro. Sólo queda esperar. No si habrá otro atentado masivo, sino dónde y cuándo.
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