Hace varios años ya EL era una persona genuinamente sociable.
Parte de un estrecho grupo de amigos, solían reunirse frecuentemente para cumpleaños, fechas importantes, sin contar los fines de semana y salidas "de juventud". Pero el tiempo pasó y el regresó luego de haber culminado sus estudio de maestría en el extranjero. Contra todo pronóstico -es una broma- no encontró un trabajo aquí. Así que, luego de algunos meses de infructuosa búsqueda, cayó en las garras de una de las más grandes corporaciones piramidales del mundo. Piensen en la que quieran; son lo mismo.
Entonces su vida cambió. Sus relaciones amicales nunca volvieron a ser lo mismo. Mutaron a una simple lista de clientes potenciales, a los cuales ya no se les llamaba para organizar reuniones o coordinar encuentros sino sólo para, previo "rompimiento del hielo" y de "interesarse" por qué había sido de sus vidas, insertar en la conversación una de las tantas fórmulas de venta machacadas en su cerebro. La molestia sentida al otro lado del auricular, mezcla de desilusión y percepción de la manipulación sufrida, no era percibida como tal. Simplemente como un nuevo reto que debía superarse, pasando algunas páginas del manual del vendedor exitoso. Al final, la llamada terminaba con un cínico "bueno estamos en contacto" o lo que sea, con tal que comprometa a la víctima a recibir dócilmente una próxima "visita".
Innumerables variantes, inagotables como lo son las negativas a tanta intrusión, alimentaban en el neófito las expectativas de éxito en su empresa. Han pasado ya varios años, y miles de dólares en deudas, y no se nota más que algunos ligeros "hipos" estacionales en sus ingresos.
El cuento del "dueño de su propio destino" habia calado en EL. Con mucha tristeza veía como sus vínculos se disolvían. Ya no le avisaban de eventos, no lo llamaban para ir aquí o salir allá, compartir confidencias o pedir consejos; ni tan siquiera a una simple reunión en casa.
Lo más triste es que, sistemas como estos generalmente atraen a personas que no creen valer por lo que son, sino por lo que tienen. La típica charla de inducción sobre la panacea "x" (de la que no sabes nada, hasta que estas en ella; es decir, demasiado tarde) apela a la ambición por tener más: "¿Qué opinan de ganar mil dólres al mes; interesante, verdad?....y 5,000.... pues yo Perico Pérez gano... cinco dígitos! (Aplausos)
¿Y qué ganaste en desarrollo humano? Qué ganaste como relación de pareja, como padre? Qué ganaste en ética, en lealtad, en sencillez? ¿Con cuanto de colchón entraste a este negocio?¿Quién te prestó: Tu papá o el banco? Pagas seguro de vida, salud, AFP?
Inútil; el Manual tiene respuestas para estas y otras muchas críticas. Lo que no creo que esté en el Manual es la diferencia correcta entre los que "viven para trabajar" y los que "trabajan para vivir". Los primeros son ellos, los "afortunados" que vieron la luz; les encanta lo que hacen, pero lo que ganan, lo ganan para ellos. Los otros "apestados" son los sufridos, inmersos en el sistema (el otro sistema). Pero, a diferencia de los iluminados, la mayoría de estos sufridos no gana para ellos mismos. No se compra un auto para ellos, sino para su familia. No ahorra para ellos, sino para la educación de sus hijos. No se compra un penthouse para ellos solitos, sino un modesto departamento para que su familia se cobije en él; y muchos son felices, junto con sus familias, mucho antes que los iluminados alcancen la dicha...solos. La riqueza de la vida es mucho más abundante en los segundos, porque se comparte. Los primeros usarán sus ganancias en reinversión, o en salidas, o en apariencias. Los segundos no las necesitan.
Pero no es su culpa. Es un mal producto de nuestra sociedad. La apariencia y la hipersolvencia económica siempre han sido sinónimo de realización en ella. Cualquier otra realidad, es una calamidad.
Otra diferencia es que, mientars los sufridos están concientes de los pro y contra (más de los contra) de sus empleos, los iluminados jamás reconocerán una sola desventaja o debilidad de su negocio. Nunca. O porque no la asumen, o porque no se las han informado. De esta manera, son convertidos a una pseudo religión fundamentalista, que no da pie a titubeos. De hecho, estas mismas estructuras de manipulación empresarial son utilizadas por diversas ramas de la religión católica, infinitamente mejor que el propio Vaticano.
El criterio es la virtud humana más atacada en esta era. Tanto por el poder mediático como por todo aquel poder que se autocalifique como fuera del sistema. Muchos dictadores llegaron al poder utilizando el mismo argumento, para luego hacer de las suyas en el trono.
No aceptan que son pirámide, no aceptan que pueden fallar, no perciben el momento en el que deben decir "hasta aquí nomás", desprecian a los que no piensan como ellos y , más aun, los utilizan. Se transforman en una máquina de insistencia infinita, se aislan mientras creen que por tener más nombres en su lista, son parte de un grupo humano más grande.
Muestran sus cheques, sólo conciben una reunión familiar fructífera cuando pueden usarla para promover su negocio, utilizando como pretexto una sola palabra soltada por algún triste despistado. Lo justifican todo, incluso su congelamiento en términos de relaciones humanas y paso de etapas de vida.
Sería una humorada, un chiste más de nuestra lamentable sociedad, si no fuera porque tocó y esclavizó a una persona muy cercana a mi. El mismo que tardó tres años en dejarme en paz con el tema. ¡Tres años!. Pero creo que sigue ahí, al pie del cañón. Tal vez en algún futuro cercano vuelva a la carga. Tal vez se olvide del intercambio civilizado de opiniones que tuvimos tanto en vivo como por la red y el pacto de no insistencia que firmamos. Algún día su desesperación se lo hará olvidar.
Mientras tanto, la búsqueda de un trabajo en el otro sistema ya hace mucho que dejó de interesarle. Invirtió 4 años de su vida en estudiar para eso y a la primera dificultad, se arrimó.
¿Que no entiendo lo que son las ventas? Pues si que lo entiendo; trabajé 6 años en el rubro. Y vi hasta cuan bajo puede llegar el hombre con tal de satisfacer su ego y lograr el "éxito". Eso es lo que temí cuando EL empezó. Y ahora lo estoy viendo. Su presencia se percibe incómoda entre parientes. Todos con el temor de en qué momento saltará con la cantaleta para cortar la leche, y en frío.
No pretendo con esta catarsis cambiar el mundo. En el mundo de los ciegos, los tuertos reinan. Las pirámides son exitosas, arrastran a millones de ambiciosos al abismo, mientras en sus ojos ellos creen estar ascendiendo al olimpo. Es muy probable que reemplacen al trabajo ordinario de manera total en un futuro no muy lejano, e incluso a los Gobiernos (ya de manera abierta, claro). Pero entonces surgirá otro sistema. El de la reivindicación de los valores humanos por sobre los suntuarios, al cultivo del alma (en cualquier credo) sobre el de la billetera. Al paso del individualismo a la convivencia pacífica en comunidad, a la solidaridad, al respeto por las ideas, sentimientos y decisiones ajenas.
Tus derechos terminan donde comienzan los del otro.
El bien de muchos antecede al de pocos, o al de uno.
Ama a tu prójimo como a ti mismo.
Parte de un estrecho grupo de amigos, solían reunirse frecuentemente para cumpleaños, fechas importantes, sin contar los fines de semana y salidas "de juventud". Pero el tiempo pasó y el regresó luego de haber culminado sus estudio de maestría en el extranjero. Contra todo pronóstico -es una broma- no encontró un trabajo aquí. Así que, luego de algunos meses de infructuosa búsqueda, cayó en las garras de una de las más grandes corporaciones piramidales del mundo. Piensen en la que quieran; son lo mismo.
Entonces su vida cambió. Sus relaciones amicales nunca volvieron a ser lo mismo. Mutaron a una simple lista de clientes potenciales, a los cuales ya no se les llamaba para organizar reuniones o coordinar encuentros sino sólo para, previo "rompimiento del hielo" y de "interesarse" por qué había sido de sus vidas, insertar en la conversación una de las tantas fórmulas de venta machacadas en su cerebro. La molestia sentida al otro lado del auricular, mezcla de desilusión y percepción de la manipulación sufrida, no era percibida como tal. Simplemente como un nuevo reto que debía superarse, pasando algunas páginas del manual del vendedor exitoso. Al final, la llamada terminaba con un cínico "bueno estamos en contacto" o lo que sea, con tal que comprometa a la víctima a recibir dócilmente una próxima "visita".
Innumerables variantes, inagotables como lo son las negativas a tanta intrusión, alimentaban en el neófito las expectativas de éxito en su empresa. Han pasado ya varios años, y miles de dólares en deudas, y no se nota más que algunos ligeros "hipos" estacionales en sus ingresos.
El cuento del "dueño de su propio destino" habia calado en EL. Con mucha tristeza veía como sus vínculos se disolvían. Ya no le avisaban de eventos, no lo llamaban para ir aquí o salir allá, compartir confidencias o pedir consejos; ni tan siquiera a una simple reunión en casa.
Lo más triste es que, sistemas como estos generalmente atraen a personas que no creen valer por lo que son, sino por lo que tienen. La típica charla de inducción sobre la panacea "x" (de la que no sabes nada, hasta que estas en ella; es decir, demasiado tarde) apela a la ambición por tener más: "¿Qué opinan de ganar mil dólres al mes; interesante, verdad?....y 5,000.... pues yo Perico Pérez gano... cinco dígitos! (Aplausos)
¿Y qué ganaste en desarrollo humano? Qué ganaste como relación de pareja, como padre? Qué ganaste en ética, en lealtad, en sencillez? ¿Con cuanto de colchón entraste a este negocio?¿Quién te prestó: Tu papá o el banco? Pagas seguro de vida, salud, AFP?
Inútil; el Manual tiene respuestas para estas y otras muchas críticas. Lo que no creo que esté en el Manual es la diferencia correcta entre los que "viven para trabajar" y los que "trabajan para vivir". Los primeros son ellos, los "afortunados" que vieron la luz; les encanta lo que hacen, pero lo que ganan, lo ganan para ellos. Los otros "apestados" son los sufridos, inmersos en el sistema (el otro sistema). Pero, a diferencia de los iluminados, la mayoría de estos sufridos no gana para ellos mismos. No se compra un auto para ellos, sino para su familia. No ahorra para ellos, sino para la educación de sus hijos. No se compra un penthouse para ellos solitos, sino un modesto departamento para que su familia se cobije en él; y muchos son felices, junto con sus familias, mucho antes que los iluminados alcancen la dicha...solos. La riqueza de la vida es mucho más abundante en los segundos, porque se comparte. Los primeros usarán sus ganancias en reinversión, o en salidas, o en apariencias. Los segundos no las necesitan.
Pero no es su culpa. Es un mal producto de nuestra sociedad. La apariencia y la hipersolvencia económica siempre han sido sinónimo de realización en ella. Cualquier otra realidad, es una calamidad.
Otra diferencia es que, mientars los sufridos están concientes de los pro y contra (más de los contra) de sus empleos, los iluminados jamás reconocerán una sola desventaja o debilidad de su negocio. Nunca. O porque no la asumen, o porque no se las han informado. De esta manera, son convertidos a una pseudo religión fundamentalista, que no da pie a titubeos. De hecho, estas mismas estructuras de manipulación empresarial son utilizadas por diversas ramas de la religión católica, infinitamente mejor que el propio Vaticano.
El criterio es la virtud humana más atacada en esta era. Tanto por el poder mediático como por todo aquel poder que se autocalifique como fuera del sistema. Muchos dictadores llegaron al poder utilizando el mismo argumento, para luego hacer de las suyas en el trono.
No aceptan que son pirámide, no aceptan que pueden fallar, no perciben el momento en el que deben decir "hasta aquí nomás", desprecian a los que no piensan como ellos y , más aun, los utilizan. Se transforman en una máquina de insistencia infinita, se aislan mientras creen que por tener más nombres en su lista, son parte de un grupo humano más grande.
Muestran sus cheques, sólo conciben una reunión familiar fructífera cuando pueden usarla para promover su negocio, utilizando como pretexto una sola palabra soltada por algún triste despistado. Lo justifican todo, incluso su congelamiento en términos de relaciones humanas y paso de etapas de vida.
Sería una humorada, un chiste más de nuestra lamentable sociedad, si no fuera porque tocó y esclavizó a una persona muy cercana a mi. El mismo que tardó tres años en dejarme en paz con el tema. ¡Tres años!. Pero creo que sigue ahí, al pie del cañón. Tal vez en algún futuro cercano vuelva a la carga. Tal vez se olvide del intercambio civilizado de opiniones que tuvimos tanto en vivo como por la red y el pacto de no insistencia que firmamos. Algún día su desesperación se lo hará olvidar.
Mientras tanto, la búsqueda de un trabajo en el otro sistema ya hace mucho que dejó de interesarle. Invirtió 4 años de su vida en estudiar para eso y a la primera dificultad, se arrimó.
¿Que no entiendo lo que son las ventas? Pues si que lo entiendo; trabajé 6 años en el rubro. Y vi hasta cuan bajo puede llegar el hombre con tal de satisfacer su ego y lograr el "éxito". Eso es lo que temí cuando EL empezó. Y ahora lo estoy viendo. Su presencia se percibe incómoda entre parientes. Todos con el temor de en qué momento saltará con la cantaleta para cortar la leche, y en frío.
No pretendo con esta catarsis cambiar el mundo. En el mundo de los ciegos, los tuertos reinan. Las pirámides son exitosas, arrastran a millones de ambiciosos al abismo, mientras en sus ojos ellos creen estar ascendiendo al olimpo. Es muy probable que reemplacen al trabajo ordinario de manera total en un futuro no muy lejano, e incluso a los Gobiernos (ya de manera abierta, claro). Pero entonces surgirá otro sistema. El de la reivindicación de los valores humanos por sobre los suntuarios, al cultivo del alma (en cualquier credo) sobre el de la billetera. Al paso del individualismo a la convivencia pacífica en comunidad, a la solidaridad, al respeto por las ideas, sentimientos y decisiones ajenas.
Tus derechos terminan donde comienzan los del otro.
El bien de muchos antecede al de pocos, o al de uno.
Ama a tu prójimo como a ti mismo.
2 comentarios:
Las pirámides funcionan exactamente igual que hace más de 10,000 años en el antiguo Egipto, son construidas con el sufrimiento humano, explotando a seres humanos semejantes, para el mayor beneficio para el que esta en la cima, pirámide mas grade de este mundo es la economia donde todos buscan el Éxito monetario, en ella para tener mas poder, todos resbalan. les dicen que el más fuerte se come al débil, eso no es cierto en una pirámide, donde es por niveles, solo tiene un dueño el que puso a trabajar mas personas para su beneficio personal. tu eres igual que el. Tu voluntad puede derribar y salir de cualquier pirámide si te preguntas para quien trabajo. El éxito no se encuentra ni se compra, siempre se ha sido, se disfruta cuando haces tú voluntad y no la de los demás.
Odio que mis amigos, que entran a una piramide me llamen, son como misioneros, fanaticos y absurdos.
No comprare dietas, ni cursos de ingles,ni nada a un amigo en mi casa que me pida la tarjeta de credito.
me duele admitir que odio este tipo de negocios, es mas estos amigos son cada vez mas asi que cada vez me vuelvo mas hermitaña. antes disfrutaba mucho de mis amistades pero cada dia sobre todo en mi pais Bolivia por la falta de oportunidades hay mas fanaticos de los negocios"rapidos" ademas con un discurso cientifico de no se donde y una ridicula repeticion de conceptos como si el antes y el despues al inventor de ese cursito o dieta no hubiera nada....
por favor volvamos a tener amigos que valgan la pena
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