El cuento chino de los patrulleros para la Policía Nacional no ha terminado. Recién empieza. Sus protagonistas, además del ministro, serán los congresistas, jueces y fiscales que se encargen de la investigación. Pero el gran vengador sería en coloso de asia: China.Tras la declaración de la licitación como desierta, se puede atisbar más de un manejo sospechoso y alevoso del asunto.
Si, como afirma el ministro del interior Luis Alva Castro, la empresa ganadora no cumplió con algunos puntos del contrato ¿cómo fue que ganó? ¿Cómo una empresa de este nivel de incompetencia pudo ser elegida, por el tipo de subasta que fuera? Y si en realidad era competente, ¿por qué se le anula su premio? ¿por qué no se esperó a que aclarara las cosas y subsanara cualquier deficiencia en un tiempo prudencial, en vez de cortarle el cuello al más puro estilo de los terroristas musulmanes?
La teoría más creíble es que aquí se estaba tejiendo un amarre gigantesco. Por eso el Gobierno, no contento con el escándalo sucitado por el mismo trámite en su primera versión con la corporación Gildemeister, ha insistido en el manejo por debajo de la mesa. A l verse descubierto en aquel trance nuevamente, o ser considerado por lo menos como sospechoso de favoritismo, decide cortar todo de cuajo y le tira tierra a Gun Supply -empresa de la corporación china Daewoo- antes de que esta pueda reaccionar al "cierrapuertas".
Aunque finalmente reaccionó. Y vaya que tembló el piso del oficialismo, pues Gun Supply denunció haber recibido presiones del gobierno para que se retiraran de la subasta.
Nuevamente la policía se queda sin la esperada flota de patrulleros que tanto requiere para renovar sus desmerecidas chatarras, y la ciudadanía se queda con la esperanza de tener por fin algo de seguridad colgando de un hilo.
La interpelación al ministro es necesaria ahora más que nunca, debido precisamente a este último y torpe esfuerzo por evitarla. Las cosas que saldrán a la luz luego de su probable destitución o por lo menos debilitamiento -de eso se encargará el gigante asiático- deberá ser tomado con calma, en momentos en los que debemos estar unidos en un frente común ante el desastre.
Pero ello no deberá impedir que la investigación continue su rumbo, y aunque lo más probable es que se filtre y desaparezca entre las rendijas del piso del congreso y del poder judicial, por lo menos se amedrentará por un tiempo a los oscuros negociadores oficiales para que dejen sus malas artes que tanto detienen a un país que lo único que quiere es avanzar.
Nuevamente la policía se queda sin la esperada flota de patrulleros que tanto requiere para renovar sus desmerecidas chatarras, y la ciudadanía se queda con la esperanza de tener por fin algo de seguridad colgando de un hilo.
La interpelación al ministro es necesaria ahora más que nunca, debido precisamente a este último y torpe esfuerzo por evitarla. Las cosas que saldrán a la luz luego de su probable destitución o por lo menos debilitamiento -de eso se encargará el gigante asiático- deberá ser tomado con calma, en momentos en los que debemos estar unidos en un frente común ante el desastre.
Pero ello no deberá impedir que la investigación continue su rumbo, y aunque lo más probable es que se filtre y desaparezca entre las rendijas del piso del congreso y del poder judicial, por lo menos se amedrentará por un tiempo a los oscuros negociadores oficiales para que dejen sus malas artes que tanto detienen a un país que lo único que quiere es avanzar.
Lo que más preocupa ahora es la seguridad personal del desafortunado ministro -cabeza de turco y mal aprendiz de cuervo- ante tamaña afrenta, que sonó como una cachetada en el rostro de Daewoo. Eso si es peligroso...
Foto: SGautomotive.com
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