Una nueva amenaza, mucho peor y más directa que aquella protagonizada por los sindicatos retrógrados y violentistas de hace unas semanas, se cierne sobre Machu Picchu a lo largo de varias hectáreas de historia y belleza natural. Incendios ubicados y concentrados en más de tres focos de propagación están cerca de la ciudadela inca.
Como sabemos, en julio pasado Machu Picchu fue galardonada por el mundo como una de las Siete Maravillas modernas, para orgullo de la gran mayoría de peruanos.
Lamentablemente, lo que podría considerarse como un torpe descuido o una tremenda irresponsabilidad esta sucediendo. El fuego está cercando a nuestra flamante maravilla. El hecho que se estén dando más de un punto de generación de las llamas hace pensar en la intervención humana.
Como tantas otras veces en el pasado, los turistas que viajan al Cusco también hacen largas caminatas a lo largo del Camino Inca. Dependiendo del tramo que decidan recorrer, estos paseos duran entre tres días a una semana. En los descansos se acostumbra encender fogatas, cosa que por lo general no está bien regulado ni por las autoridades ni por los guías turísticos, quienes son sorprendidos por actitudes irresponsables de los visitantes extranjeros y locales.
Como consecuencia tenemos juegos con fuego, bromitas flamígeras o fogones más apagados que generan, con un viento favorable y vegetación seca, la rápida expansión de las llamas.
En un momento se había llegado a controlar el primer foco, pero ya se tiene conocimiento de por lo menos tres nuevos que demandarán un esfuerzo sobrehumano a los más de 150 brigadistas que se encuentran en estos momentos en plena labor de extinción.
Es necesario tomar este desastre muy en cuenta, para el futuro. La designación de Machu Picchu como una Maravilla Mundial implica que en el futuro cercano el número de turistas que nos visiten se multiplicará varias veces. Si la sociedad, las autoridades y las empresas de turismo no se preparan y toman las previsiones del caso, hechos como estos o incluso peores podrían ser el pan de cada día, lo cual sería contraproducente para esta importante actividad nacional. Y ni que hablar del perjuicio que ocasionaría en la zona.
Foto: Andreweland.org
Tags Blogalaxia: Machu Picchu, Incendio Forestal, Siete Maravillas, Cusco.
Como sabemos, en julio pasado Machu Picchu fue galardonada por el mundo como una de las Siete Maravillas modernas, para orgullo de la gran mayoría de peruanos.
Lamentablemente, lo que podría considerarse como un torpe descuido o una tremenda irresponsabilidad esta sucediendo. El fuego está cercando a nuestra flamante maravilla. El hecho que se estén dando más de un punto de generación de las llamas hace pensar en la intervención humana.
Como tantas otras veces en el pasado, los turistas que viajan al Cusco también hacen largas caminatas a lo largo del Camino Inca. Dependiendo del tramo que decidan recorrer, estos paseos duran entre tres días a una semana. En los descansos se acostumbra encender fogatas, cosa que por lo general no está bien regulado ni por las autoridades ni por los guías turísticos, quienes son sorprendidos por actitudes irresponsables de los visitantes extranjeros y locales.
Como consecuencia tenemos juegos con fuego, bromitas flamígeras o fogones más apagados que generan, con un viento favorable y vegetación seca, la rápida expansión de las llamas.
En un momento se había llegado a controlar el primer foco, pero ya se tiene conocimiento de por lo menos tres nuevos que demandarán un esfuerzo sobrehumano a los más de 150 brigadistas que se encuentran en estos momentos en plena labor de extinción.
Es necesario tomar este desastre muy en cuenta, para el futuro. La designación de Machu Picchu como una Maravilla Mundial implica que en el futuro cercano el número de turistas que nos visiten se multiplicará varias veces. Si la sociedad, las autoridades y las empresas de turismo no se preparan y toman las previsiones del caso, hechos como estos o incluso peores podrían ser el pan de cada día, lo cual sería contraproducente para esta importante actividad nacional. Y ni que hablar del perjuicio que ocasionaría en la zona.
Foto: Andreweland.org
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2 comentarios:
Es importante crear una guardia forestal que haga su trabajo, para evitar que sigan haciendo fogatas.
Si no vamos a terminar destruyendo Macchu Picchu nostros mismos y va a ser una verguenza y Yale va a poder decir que no sabemos ni siquiera cuidar nuestro propio patrimonio.
Tienes razón en lo que dices, hay que ponerse las pilas. quizás convendría pedir asesoría a otros países que sufren constantemente incendios. Por ejemplo, aqui en España, el año pasado hubo una crisis con muchos incendios en Galicia, a partir de entonces el gobierno autonómico (regional) tomo una serie de medidas, entre ellas el utilizar la paja y hierbas secas (que son lo que contribuye a generar y expandir los incendios) en proyectos de biomasa que produjeran energía y beneficiasen a la población. Otra medida fue prohibir las fogatas y barbacoas: hoy salvo en algunos lugares muy puntuales, no es posible hacer fuego en los bosques gallegos. Como resultado este verano, no hubo ni un solo incendio en Galicia. Algo así podría hacerse para salvaguardar nuestra maravilla de la humanidad que es orgullo y responsabilidad de todos los peruanos.
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