domingo, agosto 27, 2006

UTILIDAD O FUTILIDAD SOCIAL?

Sentarse con ellos a conversar debe ser insoportable. En primer lugar porque una conversación, por definición, es el contrapunto entre las ideas de uno que escucha y el otro que habla, y viceversa. Ellos sòlo hablan, no escuchan.

Martha Hildebrandt y Javier Valle Riestra son dos ejemplos clarìsimos de la futilidad que representa a veces el intelecto brillante adosado a una personalidad impermeable. Su manera de desenvolverse en las entrevistas a las que son invitados en la televisión los han hecho parte de la farándula mediàtica. No por los profundos conocimientos sobre sus especialidades que puedan ofrecer a los televidentes, sino por lo llamativo de sus formas, gestos y actitudes.
Esta categoría de “estrellas intelectuales” las convierte en lìderes de opinión y entonces se sienten con licencia para matar, y todos los que los entrevistan los tratan con extremada devociòn e incluso sumisión.

Ellos saben que no importa lo que se dice, sino como se dice. Mucho de lo que ellos piensan lo piensan millones, incluso intelectualmente superiores que ellos. La diferencia es que ellos lo dicen; en los medios, porsupuesto.

A quien le interesa realmente el carácter estricto y vertical de Martha y su amor por la soledad y sus libros? A quièn podrìa influirle en su vida diaria el fanatismo ciclista de Javier o su pretendido donjuanismo otoñal?

Lamentablemente en nuestra sociedad, hasta para los intelectuales, las formas son màs importantes que el fondo. Una brillante oportunidad para educar a la gente (si realmente desean que el paìs que dicen querer avance) tontamente perdida. En realidad, no creo que les quite el sueño.

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